La cuestión del estilo es un asunto importante en la era moderna, ya que en este periodo la arquitectura parece estar cambiando casi constantemente de un estilo a otro. Este rápido movimiento entre filosofías e ideales arquitectónicos ha dado como resultado arquitectos capaces de mezclar y combinar diversos estilos para conseguir el proyecto «perfecto». Dicho esto, hay que decir también que los arquitectos, por lo general, se han formado profesionalmente dentro de un estilo en particular, por lo que los principios en los que se fundamenta dicho estilo serán evidentes en cada uno de sus proyectos. Nuestra tarea será, pues, comenzar a entender algunas de las ideas que se esconden detrás de las decisiones que conforman un edificio, para así poder descifrar tanto su estilo como el significado que subyace en los ladrillos, el mortero, el acero o la piedra.
Deconstructivismo
La arquitectura deconstructivista abandonará, como ya había hecho con anterioridad el posmodernismo, el lema moderno de «la forma sigue a la función». Sin embargo, el deconstructivismo irá un paso más allá, haciendo saltar por los aires la idea que tenemos sobre los edificios, literalmente deconstruyéndolos (por lo general su fachada) para reconstruirlos después de una manera nueva. La fragmentación y la manipulación de las superficies y las formas generan una serie de nuevos desafíos tanto para el arquitecto como para los usuarios de estos edificios. La percepción pública de esta modificación radical de las normas siempre ha resultado difícil, por lo que muchos edificios deconstructivistas no gozaron de una buena acogida. Sin embargo, la mente humana es curiosa por naturaleza y, lo que a primera vista podría parecer discordante, acaba siendo en un interesante ideal cuando se lo reconsidera: son los retos del deconstructivismo.
La sede norte del Museo Imperial de la Guerra (2002), situada en Mánchester, Inglaterra, fue diseñada por Daniel Libeskind, un arquitecto considerado tanto avant garde como deconstructivista. Su idea es contar la historia de la guerra mediante la representación de un mundo destrozado cuyas piezas vuelven a ensamblarse; los tres fragmentos (tierra, aire y agua) se entrelazan para formar el espacio del museo.
Estación desmontada
Este combate cuerpo a cuerpo entre postes inclinados y superficies oblicuas conforma la estación de ferrocarril de Neue Mitte Oberhausen (1996), en Alemania. Su diseño recuerda a un andén ordenado que hubiese sido desmontado y cuyos fragmentos hubiesen sido después apilados de nuevo en un montón gigante, obteniendo así la deconstrucción completa de lo que cabría considerar una estación de cercanías.
Arte fragmentado
Una serie de cajas rectangulares, apiladas en voladizo, dispuesta junto a un cuboide más oscuro que emerge de su interior, hace que este edificio despierte instantáneamente el interés de todos los transeúntes. El Centro de Arte Contemporáneo (2001- 2003) de Cincinnatti, fue diseñado por Zaha Hadid y su forma fragmentada ha hecho que sea muy famoso. Hadid subvierte la forma del edificio mediante la desconexión de sus elementos y los cambios de sus formas y colores.
Distorsión de la superficie
Daniel Libeskind es un maestro del deconstructivismo y su obra The Crystal, un nuevo acceso para el Royal Museum de Ontario (2007), situado en Toronto, Canadá, añade una nueva pieza que contrasta totalmente con la construcción histórica preexistente, desafiando a cualquiera que quiera intentarlo a elaborar una descripción que se ajuste a los múltiples ángulos y líneas cruzadas que componen el edificio.
La Clínica Lou Ruvo de Cleveland para la Salud Cerebral (2007-2009), obra de Frank Gehry, situada en Las Vegas, EEUU, parece estar derritiéndose. El diseño hace que la fachada del centro de salud se arrugue en una impresionante obra retorciendo la apariencia del edificio hasta conseguir una forma que, hace unos años habría sido considerada como algo imposible
Mientras que los arquitectos posmodernos seguían con frecuencia los ideales modernos respecto a la función espacial de un edificio, proyectando racionalmente para después añadir una decoración que los distanciase de dicho estilo, los deconstructivistas trataron de rebelarse contra el núcleo central del Movimiento Moderno, acabando con la geometría y el pensamiento espacial aceptado.
Para alcanzar esta nueva meta, estos arquitectos utilizan maneras de construir ya conocidas para después subvertirlas. Esto es lo que hicieron, tanto Gehry con su propia casa de Santa Mónica (Residencia Gehry, 1978), como Coop Himmelb(l)au en la UFA Kristallpalast de Dresde (1997-1998), con su torre de cristal inclinada, capaz de cambiar nuestra forma convencional de ver las cosas.
Un diseño que no se ajusta a la regla
El diseño del primer edificio de Daniel Libeskind, el Museo Judío (2001) de Berlín, se basa en el concepto de una estrella abstracta de David y la conexión de una serie de líneas que enlazan los lugares donde acontecieron hechos históricos, como puede observarse en la planta en zigzag del edificio.
Añadiendo un poco de deconstrucción
Aunque estamos ante un edificio clásico situado en un elegante barrio de Dresde, lo que este arquitecto ha hecho con la escalera de incendios (2006) resulta increíble, convirtiéndola en una excusa con la ayuda de un poco de magia deconstructivista.
Un alien incompleto
En un edificio de apartamentos de diseño clásico situado en Falkstrasse, Viena, el arquitecto Delugan Meissl ha añadido un ático (2010) nada clásico. Como si fuera una nave espacial alienígena estrellada, la forma y la fachada son un amasijo de metal retorcido y esquirlas puntiagudas. El resultado, un contraste discordante.
El texto y las imágenes de esta entrada son un fragmento del libro: “Cómo leer edificios modernos. Una guía de arquitectura de la era moderna”
Cómo leer edificios modernos
Este práctico volumen es una guía de bolsillo indispensable para la comprensión de la arquitectura de la era moderna. En él se nos revela la historia de la modernidad a través de ladrillos, hormigón, acero y vidrio, mostrándonos cómo los edificios modernos simbolizan más de 150 años de continua innovación e inspiración.Enseñándonos a leer las características propias de cada estilo arquitectónico, así como a reconocerlas en los edificios que nos rodean, este completo manual guiará al lector en su recorrido por la arquitectura contemporánea, a través de sus edificios más emblemáticos y significativos. Todas las grandes tendencias de la modernidad, desde el Art Déco y el Arts and Crafts, pasando por el Estilo Internacional y el Movimiento Moderno, hasta el ascenso y declive de los iconos contemporáneos, serán explorados y explicados aquí. Examinando los elementos arquitectónicos fundamentales y los detalles ocultos de cada tipología y estilo, aprenderemos qué debemos buscar y dónde hay que buscarlo. Así pues, la presente obra es una fascinante historia de la arquitectura además de una verdadera guía visual. Una lectura imprescindible para cualquier persona interesada en el diseño y la arquitectura contemporánea.
Will Jones lleva más de quince años escribiendo para revistas de diseño y arquitectura de todo el mundo, y es autor de varios libros entre los que se cuentan «Nueva York (Arquitectura moderna)», «Unbuilt Masterworks of the 21st Century» y «Architects’ Sketchbook».
- Cómo leer edificios modernos: Una guía de arquitectura de la era moderna
- Colección Cómo leer – H. Blume
- En nuestro blog otros títulos de la colección ‘Cómo leer’:
- Cómo leer castillos
- Cómo leer jardines
- Cómo leer París: Arquitectura de hierro y vidrio
- Ciudades subterránea – Cómo leer ciudades
- Cómo leer edificios
- Cómo leer pinturas: Ofelia
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