La historia del viaje del café

La historia de cómo se extendió el café por el globo es la historia de un mundo cambiante. Es una historia de religión, esclavitud, contrabando, amor y comunidad. Aunque con lagunas, podemos seguir su viaje con ayuda tanto de la realidad como de la leyenda.

Primeros descubrimientos

El café fue descubierto hace al menos 1.000 años

Nadie lo sabe con seguridad, pero muchos creen que los orígenes del Arabica se encuentran en el sur de Sudán y Etiopía, y que el Robusta nació en África Occidental. Antes de que las semillas fueran tostadas, molidas y calentadas para hacer el café que bebemos hoy, se usaban hojas y granos de café por sus propiedades vigorizantes. Los pastores nómadas de África mezclaban semillas de café con grasa y especias para hacer «barritas energéticas» para los largos periodos de tiempo que pasaban lejos de sus hogares. También se cocían las hojas y la piel de las semillas para hacer una infusión reconstituyente rica en cafeína.

Se cree que el café fue llevado a Yemen y Arabia por esclavos africanos

En el siglo XV los sufíes bebían un té hecho con granos de café: el quishr, o «vino árabe», que ayudaba a mantenerse despierto durante las plegarias nocturnas. Corrieron las noticias de sus efectos y se abrieron las «escuelas para sabios», donde mercaderes y estudiosos podían beber y relacionarse libremente. Preocupaba que el quishr fuese incompatible con las creencias religiosas, pero estos primeros cafés siguieron abiertos y creció la popularidad de esta bebida. En el siglo XVI empezaron a tostar y moler los granos para obtener algo más parecido al café actual, que se extendió por Turquía, Egipto y norte de África.

Difusión Colonial

En unos pocos cientos de años, el café se extendió por el mundo, primero como bebida, luego como producto básico

cafe-viaje-historia

  • barra-violeta
  • Siglo XVII
  • De Yemen a Holanda
  • De Yemen a India
  • De Holanda a India, Java, Surinam y Francia
  • De Haití y Jamaica
  • De la Guayana Francesa a Brasil
  • barra-roja
  • Siglo XVIII
  • De Francia a Haití, Martinica, la Guayana Francesa, e islas Reunión
  • De Reunión a América Central y Sudamérica
  • De Martinica al Caribe, América Central y Sudamérica
  • De Haití y Jamaica
  • De la Guayana Francesa a Brasil
  • barra-azul
  • Siglo XX
  • De Brasil a África Oriental
  • De Reunión a América Central y Sudamérica

Los árabes, primeros en comerciar con el café, protegían con tanto celo las semillas que las hervían para que nadie más pudiera cultivarlas. Sin embargo, a comienzos del siglo XVII, un sufí introdujo ilegalmente en la India semillas procedentes de Yemen. Otro comerciante holandés las sacó de Yemen y las plantó en Ámsterdam. A finales del siglo XVII, ya había café plantado en las colonias holandesas, sobre todo en Indonesia.

Las colonias del Caribe y Sudamérica lo plantaron a principios del siglo XVIII. Los holandeses regalaron semillas a los franceses, que las llevaron a Haití, Martinica y la Guayana francesa. Desde Haití, los británicos llevarían el café a Jamaica.

En 1727, los portugueses enviaron a un oficial naval desde Brasil a la Guayana francesa para que consiguiese granos de café. La leyenda cuenta que le fueron negados, así que sedujo a la esposa del gobernador, que consiguió para él plántulas camufladas en un ramo.

Desde América del Sur y el Caribe, el café se extendió a América Central y México. Hacia finales del siglo XIX, las plantas de café habían vuelto a las colonias de África.

La producción de café se ha difundido en la actualidad a nuevas regiones del mundo, en particular a Asia.

El texto y la imagen de esta entrada son un fragmento del libro: “Café obsesión» 

Café obsesión

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