La sordera geopolítica

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En 2014 en su departamento de Manhattan, Henry Kissinger hizo supuestamente unas declaraciones ante la prensa; tanto los grandes medios de comunicación como los blogs más ocultos de la red se hicieron eco de la noticia. Entre todas las afirmaciones alarmistas y exageradas, caldo de cultivo todas ellas para el fervor conspiranoico, la más famosa fue la de «si no oyes tambores de guerra, es que estás sordo». A estas alturas todo hace indicar que se trataba de una noticia falsa (sí, tranquilos, también conozco el término en inglés, pero hoy haremos como que la aculturación no ha llegado a los límites actuales), pero ¿es tan descabellado pensar que el mundo se dirige a un conflicto de proporciones mundiales?  Augusto Zamora, en su nuevo libro, Réquiem polifónico por Occidente, nos interpela, nos recrea un escenario que sucede ante nuestros ojos, y que no vemos o no queremos ver. Un escenario que no es ciencia ficción y que plantea un devenir más que probable.

Nosotros, pasivos, alelados, a la espera. ¿Y ellos? La industria armamentística, las organizaciones militares, los Estados, las clases dominantes, ¿también se mantienen pasivos? Quizá no es sordera, quizá es ceguera, quizá ambas, pero a nuestro alrededor hay movimiento y ruido… y también un bonito manto de consumo y circo aislado por las concertinas y las vallas que impiden pasar lo «mundonado», lo «sucio» y las visiones de sangre y horror del Tercer Mundo.

Si te pasas el día pensando en la última serie de HBO o en tu casa de campo, este libro también es para ti, pues puede que todo tu castillo de naipes se desmonte en un plis plas por no haber estado atento, por tu nihilismo irresponsable. No sólo preocupa el más que probable conflicto que se avecina fruto de la paulatina pérdida de hegemonía de EEUU (que pretende mantener a sangre y fuego), sino la total falta de poder instituyente de los ciudadanos, incapaces de actuar ante el tsunami de actividad bélica de sus respectivos Estados. No hemos hecho los deberes como ciudadanos, o no nos han dejado porque la bonita democracia tenía también mucho maquillaje, que no dejaba ver las mentiras y los mecanismos de dominación, esa lucha de poder que se libra y se libró y que nosotros vamos perdiendo.

Pero, total, «nos pilla muy lejos, eso nunca pasará aquí». Europa sufrió un duro y sangrante periodo de guerras durante gran parte del siglo XX, lo recordamos en los manuales de historia para que los condenados en la tierra sepan lo que pasó, nuestras guerras mundiales, nuestro Holocausto, nuestros fascismos… Las guerras lejanas nunca tendrán tanta importancia, sus holocaustos se escriben con minúscula y sus fascismos serán señal indiscutible de su falta de madurez política y de sus «Estados fallidos». Y fin. La memoria no actúa aquí para recordar que de vez en cuanto las fronteras se deshacen y la guerra llega a nuestras orillas, ni para decir que no somos intocables o para avisarnos de que tenemos una base de la OTAN en Rota. Esas guerras tan lejanas, y que simplificamos en rencillas étnicas y religiosas, no son más que el resultado del imperialismo occidental y ahora vuelven en forma de bumerán. Ya pasa en Ucrania, y los atentados terroristas todavía resuenan en grandes ciudades europeas… a lo mejor quien escribió la noticia falsa de Kissinger no era ningún graciosillo, únicamente caricaturizó lo que empieza a ser evidente. Estamos en peligro de muerte por sordera (y por olvido, añado).

¿O nos hemos vuelto locos? Quizá he sucumbido también a esas voces que encuentran la mano de Soros en todas partes y en realidad EEUU piensa permitir, sin mover un solo dedo, su cambio de papel en el tablero mundial en favor de China y Rusia (y del mundo multipolar que surge al paraguas de ambas). Pero para demostrar que la reflexión no es fruto de una mente conspiranoica, sino de un estudio detallado, que además de contemplar el plano de las relaciones internacionales lo hace también con la actividad económica de los países y sus circunstancias políticas, sociales y culturales, Augusto Zamora trae, entre otros, dos ejemplos que muestran una realidad inquietante:

-Por un lado, la «neutral» Suecia, va a rehabilitar 350 refugios nucleares y ha aprobado un presupuesto de 250 millones de dólares para ampliar el número de refugios que ya tenía construidos desde la Guerra Fría. Ha restablecido el servicio militar obligatorio y aumentará el gasto militar para 2020 en 6.000 millones de dólares. También envió a todos los hogares suecos un documento titulado If Crisis or War Comes, para que todos los ciudadanos supieran qué hacer en caso de conflicto. Recientemente movilizó a 22.000 reservistas en un ejercicio sorpresa… son los pasos de preparación para la guerra que Suecia no realiza desde los peores momentos de la Guerra Fría.

-Por otro, Paul Craig Roberts, exsubsecretario de Estado con Reagan, denunció los planes de EEUU para realizar un ataque nuclear fulminante contra Rusia y China:

Este plan insano es el siguiente: Washington rodeará a Rusia y China con bases de misiles antibalísticos que proporcionen un escudo contra una represalia de Rusia y China. Además, estas bases anti-ABM estadounidenses también pueden lanzar un ataque nuclear con misiles desconocidos […] reduciendo así el tiempo de reacción a cinco minutos, dejando a las víctimas de Washington poco o ningún tiempo para tomar una decisión. Los neoconservadores piensan que un primer ataque de Washington causará tanto daño a las capacidades de represalia rusas y chinas que ambos Gobiernos se rendirán en lugar de lanzar una respuesta.

Y estos son sólo dos ejemplos de los muchos que contiene Réquiem polifónico por Occidente. Inquietante, preocupante, conspiranoico, alarmista, llámalo como quieras. Pero, por si acaso, esperemos que la sordera acabe pronto.

Harun Kahwash Barba

Réquiem polifónico por Occidente

portada-requiem-polifonico-por-occidenteEl nuevo libro de Augusto Zamora no trata de ser una mera continuación de Política y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos. Es un texto autónomo, con vida propia, en el que, partiendo de algunas de las líneas ya adelantadas en su anterior obra (y confirmándolas con los hechos más recientes), y haciendo un riguroso análisis de los datos, define a la perfección la nueva época geopolítica en la que hemos entrado.

Un texto revelador, en el que se aborda de manera clara lo que son (y van a ser) los ejes fundamentales de la política internacional en los próximos tiempos: el declive estadounidense y su intención de «morir matando» (esa creciente amenaza bélica internacional), la insignificancia europea, el súbito protagonismo adquirido por Corea del Norte, la creación y consolidación de nuevos corredores comerciales… En suma, un diagnóstico preciso (y nada agradable) de la situación a la que se va a enfrentar el mundo (bueno, a la que ya se está enfrentando) en el futuro inmediato.

Réquiem polifónico por Occidente – Augusto Zamora – Foca Ediciones

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