Laura Blázquez Cruz
A través de un análisis pormenorizado de su vida, su contexto social e histórico, La Hungría de Erzsébet Báthory pretende dar luz a la figura de este personaje, con el propósito de delimitar, siempre a partir de datos objetivos y documentos varios, qué hay de realidad y qué de ficción en la representación que nos ha llegado a nuestros días de la llamada «Condesa sangrienta», según se asume, una de las asesinas en serie más crueles y despiadadas de la historia. A partir de estos parámetros, se busca no solo desentrañar los hechos históricos que rodean su existencia sino también comprender las circunstancias y especificidades culturales, políticas y de género que contribuyeron a la construcción de su imagen como figura monstruosa. Se incorpora, así, un análisis detallado del contexto sociopolítico de la Hungría en la que vivió, a fin de dilucidar los regímenes legislativos y las estructuras de poder a los que se atenía como aristócrata. Asimismo, las páginas de este estudio examinan cómo la condesa, en su calidad de miembro de una de las familias más influyentes del reino, disfrutaba de derechos y privilegios exclusivos frente a las clases bajas y serviles, amparada por un sistema feudal que garantizaba la inmunidad de los nobles ante ciertas acciones judiciales. Este marco político y social resulta esencial al intentar comprender no solo el modus operandi de Báthory sino también el tratamiento posterior de su figura en la historia y en la literatura, campos en los que se entrecruzan el poder, el género y la moral como ejes de interpretación. Así, esta aproximación ilumina cómo las dinámicas de clase y las relaciones de dominio entre la nobleza y el campesinado contribuyeron a la construcción del mito de la «Condesa sangrienta», más allá de los hechos reales, en una sociedad marcada por el autoritarismo y las desigualdades institucionalizadas.
La aproximación crítica en este libro trasciende las derivas sensacionalistas y los análisis o las interpretaciones derivativas e intertextuales que demonizan por norma y como discurso heredado de generación en generación a la condesa húngara, relacionada también, necesario es apuntarlo, con Vlad III de Valaquia, más conocido como Vlad el Empalador, germen del personaje literario por antonomasia de la literatura vampírica, el Drácula del irlandés Bram Stoker. Al hilo, cabe destacar que ambas figuras ‒la condesa Erzsébet Báthory y Vlad Tepes‒ comparten una misma geografía simbólica y cultural, el corazón de Europa oriental, una región asociada a mitos de sangre, leyendas de oscura raigambre y ecos de lo sobrenatural. No en vano, dicha zona, que comprende Transilvania, Hungría y los Cárpatos, ha sido históricamente asociada con el imaginario y el folclore vampírico, latitudes en las que se diluye la frontera entre leyenda y realidad. La coincidencia geográfica entre ambos personajes no es, pues, meramente casual sino que refuerza el vínculo entre historia y mito, entre la mitad oscura del ser humano y su reflejo en la ficción gótica y otras plasmaciones artísticas más allá de la literatura.
Más específicamente, La Hungría de Erzsébet Báthory propone una suerte de relectura o deconstrucción de las asunciones o los mitos que han asociado a Báthory con una personalidad esquizoide y sádica ‒atribuciones, en muchos casos, como demuestran las páginas de este libro, falaces‒ con el propósito de desvelar la verdad de y en torno a un personaje histórico que, superficialmente abyecto y temido, se erige en un reto fascinante para el historiador y el exégeta, por cuanto ella y todo su universo se postulan como un campo de estudio lleno de contrastes, enigmático y, sobre todo, ambiguo y ambivalente, que llama a la constante reflexión y desvela, más allá de las lecturas simplistas y polarizadas, más allá de las constantes de los mitos del horror, la propia dinámica y los universales del ser humano.
Además de la revisión crítica de las fuentes que datan de la época de Báthory, con especial atención al modo en el que el poder, el miedo y la moral influyeron en la configuración del relato que hoy en día goza de mayor predicamento, este libro adopta también una lente diacrónica, básica para entender el peso y significado de la condesa húngara en toda su dimensión. Así, la aproximación se fundamenta también y necesariamente en una teorización en torno a las diferentes actualizaciones, traslaciones y reescrituras que de Báthory se han hecho dentro del ámbito de la creación literaria, fílmica o teatral contemporáneas, planteando las principales líneas o inercias que rigen tales adaptaciones.
Nuestra propuesta, en definitiva, impele a cuestionar y repensar los supuestos ya canónicos en torno a la condesa través de una lectura resistente y fundamentada con rigor y datos constatables. Pilares básicos del estudio son documentos históricos varios, cartas, además de testimonios, junto con las ideaciones e interpretaciones subjetivas ‒libérrimas en algunos casos‒ de escritoras como Valentine Penrose o Alejandra Pizarnik. Se analizan, de igual modo, las adaptaciones de ilustradores como Santiago Caruso y bandas de música entre las que destacan los ingleses Cradle Of Filth o los míticos Báthory, que han incorporado a su universo artístico el personaje de Báthory como reclamo e índice de un imaginario macabro, sensual, cruento, liberador, surrealista, explotando el potencial de tal epítome de la asertividad femenina, la depredación literal y figurativa, la oscuridad interior o, en lectura completamente antitética y fruto de la dialéctica y el debate que genera este personaje histórico, víctima propiciatoria, presa de la codicia, la envidia y los intereses creados. Todo ello se complementa con el examen de las aportaciones de los principales autores y estudiosos que, desde una perspectiva pretendidamente objetiva, han abordado la figura de la condesa de Nyírbátor.
De este modo, se conforma un estudio heterogéneo en el que se unifica y compila la información disponible en torno a Báthory hasta nuestros días y, al tiempo, se identifican los contrastes y discrepancias entre las diferentes fuentes, reflejo de las tensiones entre la historia documentada y la leyenda popular. Lejos de plantear una dialéctica problemática, dicha contraposición entre investigación historiográfica y las relecturas artísticas permite una aproximación más compleja y matizada a la figura de la condesa, una interpretación a diferentes niveles en la que se entretejen veracidad, distorsión y mitificación, revelando cómo cada época ha reinterpretado su imagen según sus propias claves culturales y morales. Así, como aserto irrebatible, la condesa Báthory seguirá planteando un diálogo vitalicio y permanente en las próximas décadas y serán otras las lecturas de su vida y de todo lo que pivota en torno a su legado y los fundamentos o cimientos de su mito que surgirán y se unirán al curso de investigación. No en vano, como referente insepulto y eterno, la condesa húngara siempre estará ahí, en la galería de personajes notorios de la historia de la humanidad, sea cual sea la faz y la pose con la que se la represente o invoque, eso sí, sumergida en un baño, bien de sangre o de masas.
