Cualquier discurso puede leerse desde muchas ópticas dentro de un contexto. De esta manera es posible leer y releer un libro, escuchar una pieza musical, contemplar un cuadro… varias veces y en distintos momentos que nos transmitirá mensajes diferentes. Cualquier producción humana es susceptible de la interpretación, incluso el cine. De este modo, cualquier película, en tanto que discurso, es susceptible a múltiples análisis e interpretaciones, incluso el político. Son numerosos los ejemplos de pensadores que se han servido del cine para hacer una lectura política o transmitir un mensaje en esa clave.

Así, Pablo Iglesias, en su Maquiavelo frente a la gran pantalla. Cine y política, fruto de los cursos impartidos en la Facultad de Ciencias políticas y Sociología de la Universidad complutense de Madrid, expone las reflexiones de grandes pensadores políticos (Maquiavelo, Sade, Hobbes, Lenin, Schmitt…) que usa para analizar varias películas que le sirven para plantear cuestiones como la nación, la memoria histórica, la violencia política, el colonialismo, la posmodernidad capitalista en América Latina o el género. De este modo establece puentes entre la reflexión política y los discursos cinematográficos que nos son cotidianos.

En esta ocasión, Iglesias nos trae la oportunidad en el libro que coordina, Ganar o morir. Lecciones políticas en ‘Juego de Tronos’, de pensar cuestiones políticas desde una de las series más actuales: Juego de Tronos. Cada capítulo profundiza en diferentes cuestiones que tienen que ver con la filosofía política.

En el libro participan Juan Carlos Monedero (que nos brinda una perspectiva panorámica de Juego de tronos), Luis Alegre, Daniel Iraberri y el mismo Iglesias (estudian la relación entre legitimidad y poder), Eneko Compains y Héctor Meleiro (muestran los consejos políticos que se ofrecen desde la serie), Rubén Herrero (que demuestra que la serie puede permitir un enorme nivel de dialogo entre diferentes enfoques de pensamiento), Tania Sánchez (que consigue dar el salto conceptual de la fantasía de Juego de Tronos a la realidad de la política partidaria patria), Cristina Castillo y Sara Porras (que profundizan en los personajes femeninos y su relación con el poder), Clara Serra y Eduardo Fernández (quienes abordan el problema del sujeto analizando los personajes excluidos de la serie) y Antonio Antón (quien reflexiona sobre la figura del dragón).