No cierres los ojos Akal

Diego Ameixeiras

semana-negra«Mucho Jim Thompson, mucho Jim Thompson, y luego escribimos chorraditas”. Me reí mucho con ese ataque sinceridad de un escritor tan genial como Alexis Ravelo, en  la Semana Negra de 2014 —acababa de publicarse en España Arte salvaje, la apabullante biografía del maestro firmada por Roberto Polito—, porque yo soy de los que a la segunda cerveza se pone a preescribirle 1280 almas a todo el mundo, pensando que quizá algún día redacte una línea con la que el señor Thompson, sentado en su cómoda butaca del infierno, me admita en su columna de escritores salvajes.

Pero no. A mí, que ni siquiera sé conducir y los momentos más emocionantes de mi vida me han sorprendido en pijama, me salen novelas como Conduce rápido. A los pocos días de publicarse en su edición original en gallego, hace ahora tres años, un colega periodista me llamó para decirme que había escrito una novela de amor. Negra, criminal, sucia o todo lo quieras, pero muy de amor. Me había esforzado un año entero en construir algo parecido a una historia de delincuentes, eso que los anglosajones llaman crook story, releyéndome por las noches una pila de viejas novelas de William R. Burnett, y resulta que Conduce rápido era eso. Una maldita novela de amor.

Pero sí. Mi colega no estaba equivocado. Fardos de cocaína en una playa, timbas de póker, tipos marginales, palizas y unos cuantos asesinatos. Aquello era pura coreografía. El carburante más o menos clásico del género. En realidad, la historia de la insolente Érika y del taciturno Ventura por las calles de Santiago de Compostela, confundidos entre hordas de guiris y peregrinos, era una historia de amor. Aquella noche volví a leerme, entre lágrimas, El asesino dentro de mí. Y me acordé otra vez de lo que Alexis Ravelo le había dicho a Juan Carlos Galindo en El País: “Somos unos aburguesados comparados con Thompson. Unos mierdas”.

Diego Ameixeiras

Diego Ameixeiras (Lausanne, Suiza, 1976) es periodista, guionista y escritor en lengua gallega. Desde 2004, su trayectoria lo ha convertido en uno de los autores más conocidos y renovadores del género negro en Galicia. «Dime algo sucio» (Pulp Books, 2010), su primera novela traducida al castellano, recibió el Premio Especial de la Semana Negra de Gijón y fue recibida con excelentes críticas. En la actualidad escribe en «La Voz de Galicia».

Conduce rápido

portada-conduce-rapidoÉrika lo ha aprendido todo en la calle. Acaba de cumplir los veinte, pero la gente asegura que aparenta más. Quizá sea por su mirada, que le lleva varios años de ventaja. Hace tiempo que sobrevive robándole a los turistas que llegan a la ciudad pensando que allí está enterrado el cadáver de un apóstol. Una ciudad que es como una jaula de piedra de la que sueña con largarse todas las mañanas.

Érika vive con Samuel, su hermano mayor, que parece más pequeño que ella. Siempre le está debiendo dinero. Siempre se está metiendo en líos. Siempre está soñando con más fuerza que ella con salir corriendo de casa y dejar atrás ese agujero sucio y oscuro en el que habita una ausencia de la que nunca hablan. Pero, mientras no llega ese día, ambos se las ingenian para buscar una salida. A Samuel suelen ocurrírsele ideas extrañas, y Érika nunca le hace caso. Prefiere seguir a lo suyo, sacando lo que puede por ahí para revenderlo.

Aunque es cierto que esta vez parece que no es la típica locura de su hermano tras una borrachera. Samuel está convencido de que ha llegado la oportunidad que estaban esperando. Un incauto le ha propuesto un negocio con el que sacar un montón de pasta. Cuando Samuel le explica el plan que ha estado tramando para jugársela, Érika no puede negarse. Es peligroso. Es difícil. Es demasiado riesgo. Pero cualquier cosa es mejor que quedarse sentada y seguir escupiéndole al cielo por esa suerte negra que heredó de su madre.

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