- ANTES:
- Bajo el mando del mariscal de campo Paul von Hindenburg y el general Erich Ludendorff, Alemania aspiraba a imponer la dominación alemana en Europa mediante una victoria militar.
- Las últimas boqueadas
La derrota rusa, confirmada por el Tratado de Brest-Litovsk en marzo de 1918, estuvo seguida por una serie de ofensivas en el Frente Occidental. Sin embargo, no consiguieron ganar la guerra y a partir de agosto los alemanes iniciaron la retirada, primero hasta la línea Hindenburg y luego más allá. Los aliados de Alemania, Bulgaria, Turquía y Austria-Hungría buscaron sucesivamente acuerdos para salir de la guerra.
En octubre de 1918, Alemania anunció que deseaba un armisticio. Mientras los políticos se apresuraban a introducir reformas democráticas, un motín naval disparó las sublevaciones en ciudades alemanas. El káiser Guillermo fue depuesto y quedó en manos de los nuevos líderes alemanes poner fin a la guerra.
E l 29 de septiembre los jefes militares Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff informaron al gobierno civil alemán de que debía buscar un armisticio. Esto fue un golpe brutal para los políticos que, como el pueblo alemán, habían permanecido ignorantes de la verdadera situación militar.
En el este, los ejércitos alemanes habían ocupado grandes zonas del antiguo Imperio ruso, y por el oeste todavía seguían luchando en Francia y Bélgica. Pero con las fuerzas aliadas irrumpiendo a través de la línea Hindenburg, el liderazgo militar temía que las defensas del Frente Occidental estuviesen a punto de hundirse. También sabía que su flanco sur se había convertido en indefendible. Alemania no había transferido soldados a los Balcanes tras la derrota de Bulgaria o para respaldar a Austria-Hungría.
La búsqueda de una salida
Seguros de que la situación estratégica era desesperada, el Mando Supremo alemán buscó eludir las consecuencias de una derrota militar completa tendiendo a los Aliados el señuelo de un armisticio. La esperanza era el presidente Woodrow Wilson, que en enero de 1918 había hecho una declaración de objetivos bélicos integrada por 14 puntos. Los 14 Puntos parecían sentar las bases para una paz negociada, que dejaría intactas a las fuerzas alemanas, al káiser en el trono y Alemania libre de ocupación extranjera.
Reconociendo la predilección de Wilson por la democracia, el primer movimiento de los líderes alemanes fue nombrar a un nuevo canciller, el conservador moderado príncipe Max von Baden, como jefe de un gobierno civil liberal. Por primera vez en su historia, el gobierno alemán era representativo de la mayoría en el Reichstag: incluía miembros del Partido Social Demócrata (SDP) y del Zentrum, el partido católico. El 4 de octubre el príncipe Max envió una nota al presidente Wilson solicitando un armisticio y aceptando los 14 Puntos como base de las negociaciones.
Al principio, Wilson respondió favorablemente a la propuesta. Solo pidió que los alemanes retirasen sus ejércitos de los territorios ocupados como preludio de un armisticio. Pero la reacción hostil por parte de otros líderes y mandos militares aliados –entre ellos el general estadounidense John Pershing–, así como la opinión pública de EEUU, obligaron a Wilson a endurecer su posición.
El 10 de octubre, un submarino alemán hundió el ferri irlandés Leinster, matando a 500 personas. Wilson exigió el fin de la guerra submarina y verdaderos avances hacia la democracia en Alemania. El príncipe Max aceptó, retiró los submarinos e impulsó reformas para convertir a Alemania en una monarquía constitucional. El 23 de octubre Wilson dejó claro que para obtener un armisticio Alemania debería rendirse y el káiser ser sustituido. Wilson dejó en manos de los comandantes aliados la tarea de formular los términos precisos de un armisticio.
Giro de 180 grados
En ese momento, los ejércitos aliados habían demostrado que estaban en condiciones de seguir combatiendo y se alejó la perspectiva de un hundimiento. Hindenburg y Ludendorff retiraron su apoyo a un armisticio y se declararon ultrajados ante los términos de los Aliados. El 24 de octubre, ignorando al gobierno, ordenaron a los ejércitos alemanes luchar hasta la muerte. Dos días más tarde, después de una discusión con el káiser, Ludendorff fue sustituido por el general Wilhelm Groener. Hindenburg conservó su puesto.
Mientras tanto, el pueblo alemán se sumía en la confusión ante la idea de la derrota. La liberalización de Alemania bajo el príncipe Max incluía la liberación de los prisioneros políticos y la introducción de la libertad de expresión.
Atormentada por el hambre y el racionamiento, Alemania bullía de agitación. El izquierdista Partido Socialdemócrata Independiente, con diputados en el Reichstag y enlaces sindicales radicales en las fábricas, propugnaba el fin del káiser. Excarcelados en octubre, los líderes de la Liga Espartaquista de extrema izquierda Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo promovieron un alzamiento en pro de un Estado socialista.
Motín naval
El 28 de octubre el Almirantazgo alemán ordenó que saliese la Flota de Alta Mar para un último encuentro con la Gran Flota Imperial de la Real Marina. Bloqueados en puerto durante la mayor parte de la guerra, malnutridos y dirigidos por oficiales arrogantes, los marineros alemanes no estaban de humor para una expedición en plan gloria o muerte y se amotinaron. El motín se extendió a la ciudad de Colonia, ocupada por consejos revolucionarios de marinos inspirados en los sóviets. A lo largo de la primera semana de noviembre, la revuelta se propagó. Consejos de obreros, soldados y marineros tomaron las ciudades por toda Alemania. En Múnich, los Socialistas Independientes encabezados por Kurt Eisner declararon la república en Baviera. En unidades del ejército, los oficiales fueron desarmados por los soldados y les arrancaron las insignias. En el Frente Occidental, los alemanes continuaron luchando.
Alemania se convierte en república
La noche del 7 de noviembre, una delegación alemana cruzó las líneas aliadas para negociar cara a cara el armisticio. No obstante, antes de llegar a un acuerdo, el Imperio alemán dejaba de existir. El 9 de noviembre, cuando los revolucionarios llegaron a Berlín, el príncipe Max entregó la cancillería al socialdemócrata Friedrich Ebert. Otro socialdemócrata, Philipp Scheidemann, declaró la república por iniciativa propia. Ebert formó un gobierno revolucionario de Comisariados del Pueblo con socialdemócratas y socialistas independientes. En el cuartel general militar de Spa en Bélgica, el káiser Guillermo fue informado por Groener de que el ejército no lucharía para mantenerle en el trono, motivo por el cual Guillermo marchó al exilio en la neutral Holanda.
- DESPUÉS:
- Tras la guerra subió al poder en Alemania un gobierno liberal demócrata, pero se vio socavado por los militaristas de derechas.
- La República de Weimar
- Después del armisticio los esfuerzos para transformar Alemania en un Estado socialista revolucionario fracasaron. Un levantamiento en Berlín liderado por los espartaquistas fue suprimido en enero de 1919. Surgió la República de Weimar de centro izquierda.
- El Tratado de Versalles se firmó bajo coacción por delegados alemanes en junio de 1919. Los militaristas de derechas, incluidos Hindenburg y Ludendorff, crearon el mito de que habían perdido por una «puñalada trapera» de judíos y socialistas subversivos.
- 14 años duró la República de Weimar antes de que Adolf Hitler fuese nombrado canciller.
El texto y las imágenes de esta entrada son un fragmento del libro: “La I Guerra Mundial”
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