“En primer lugar procura encontrar la mujer que vas a amar, soldado que ahora por vez primera entras sin experiencia en el combate. La siguiente tarea es conseguir el amor de la mujer que te ha gustado. La tercera que ese amor perdure largo tiempo. Este es nuestro terreno; éste es el campo que marcarán las ruedas de nuestro carro; éste es el mojón que deberá ceñir la rueda girando vertiginosamente.”
Arte de amar de Ovidio.
“A una primaveral tormenta es en todo semejante, Diodoro,
mi amor, enfrentado a un incierto mar:
unas veces te muestras como abundante lluvia, otras en cambio
sereno, con pícara sonrisa en tu mirada, te derramas.
Al capear, como náufrago en el mar, las ciegas olas,
doy vueltas zarandeado por una gran tempestad.
Venga, muéstrame una señal de amistad o, al contrario, de odio,
para saber en qué tipo de ola nado.”
“No es suficiente asociar al amor del alma con el del cuerpo; es necesario liberar a todo efecto de sus dimensiones físicas (cuando se ama “al cuerpo y al alma a la vez”, el primero es el que prevalece, y la deshonra de la juventud desluce a la amistad misma); tal como Sócrates nos alecciona, debemos evitar todos los contactos, renunciar a aquellos besos cuya naturaleza traba al alma incluso hacer de modo que el cuerpo no toque al cuerpo y no sufra “su mordedura”. En cambio, toda relación debe edificarse sobre los elementos constitutivos de la amistad: beneficios y servicios prestados, esfuerzos para el mejoramiento del muchacho amado, afecto recíproco, lazo permanente y establecido de una vez por todas.”
Historia de la sexualidad 2. El uso de los placeres de Michel Foucault.
“El lazo del amor trasciende las demás diferencias producidas por la evolución, permitiendo obtener al hombre y a la mujer las máximas ganancias de su entorno y de su mutua compañía, y compartir el largo y lento proceso de criar a sus hijos. El sexo es el imperativo de la evolución que nos impulsa a perpetuar nuestra especia: el amor se aprovecha del reconocimiento y respeto que tiene el homo sapiens por la individualidad. Como especia, solemos poner nuestra mayor inversión sexual de tiempo y pensamiento en las relaciones familiares. El amor sexual es la creación más intrigante y absurda de la evolución, y el matrimonio, una de las invenciones más universales y populares de la cultura. Los genes egoístas han culminado en un primate que con frecuencia se siente impelido a poner primero los intereses de su pareja sexual. El amor puede emparejar a dos personas de modo que lleguemos a creer la sugerencia, estadísticamente improbable, de que “fueron creados el uno para el otro”. El amor y el matrimonio son una mezcla curiosamente admirable de Naturaleza y educación que liga a un par de extraños íntimos.”
Historia de la sexualidad. Desde Adán y Eva de Malcolm M. Potts y Roger Short