
Ha muerto Josep Fontana, maestro de varias generaciones de historiadores. Su compromiso con la historia como forma de comprensión política de la realidad presente y como posibilidad de cambio de un futuro cada vez más incierto le convertía en uno de los más lúcidos y útiles interlocutores del presente. Que la tierra te sea leve, profesor, extrañaremos tu análisis, revisitaremos tu lectura.