Aquí no hay más remedio que resaltar la diferencia que existe entre la difusión o la enseñanza de los caracteres históricos y artísticos de los bienes culturales, y la difusión o la enseñanza de sus mecanismos de gestión. Se trata de dos mundos muy separados en la actualidad.
El primero existe: el profesorado de la mayoría de las áreas universitarias de Humanidades «enseña» bienes culturales, ya se trate de asignaturas sobre historia del arte barroco, sobre arqueología clásica o sobre historia de la Revolución francesa.
El segundo no: la Gestión del Patrimonio Cultural no es un «área de conocimiento» universitario, y las asignaturas que la tratan son escasas, proceden de distintos Departamentos y Áreas y presentan una distribución realmente caprichosa.
Lo mismo podemos decir de las enseñanzas obligatorias y del bachillerato: por supuesto, muchas de las personas que trabajan en esas áreas, enseñando Humanidades o Sociales, o incluso Conocimiento del Medio, «tratan» de una forma u otra con los bienes culturales –y, por supuesto, con los naturales–. En la mayoría de las ocasiones, si no en todas, se enseña la belleza, el valor histórico, las características artísticas y el aprecio que hay que tener ante un monumento, un cuadro o incluso un yacimiento arqueológico. Pero también en la mayoría de las ocasiones los aspectos patrimoniales, los mecanismos de gestión, la responsabilidad de la protección de todos esos bienes son temas que no se tratan.
Por lo tanto, a la pregunta que encabeza este apartado, la respuesta es realmente simple: se trabaja en esto dedicándose a la enseñanza de las Humanidades y modificando muy ligeramente lo que se enseña. Además del monumento, expliquemos cómo se protege; además del cuadro artístico, esa obra ante la que podemos sentir orgullo, enseñemos cuáles son las administraciones responsables de su cuidado y qué hacen o deben hacer al respecto. Además de visitar un yacimiento arqueológico mientras se está excavando y explicar a qué época pertenece y qué significan esos muros, esas estructuras y esas cerámicas, contemos que esos bienes son propiedades públicas, que son, por lo tanto, de todas las personas, que las administraciones se cuidan mucho de dar autorizaciones a los equipos más preparados y de imponerles una buena cantidad de condiciones para que esos bienes nuestros lo sigan siendo. No es tan difícil.
Las publicaciones sobre el tema de la enseñanza de la Gestión del Patrimonio Cultural son muy escasas, aunque a veces podemos encontrar algunas sorprendentes por lo apropiadas. Es el caso, por ejemplo, de Ortega Morales (2003), que se propone, en su trabajo con el alumnado de Magisterio, los cinco objetivos:
- Crear actitudes y procedimientos de respeto y estimulación hacia la exposición, ya sea temporal o permanente.
- Conocer, cuidar y conservar las manifestaciones artísticas como un bien cultural e histórico.
- Adquirir posiciones críticas frente a todo tipo de Patrimonio.
- Dotar de una instrumentación para que haga viable la enseñanza-aprendizaje del Patrimonio en el aula.
- Valorar la creación artística mediante el análisis y reflexión sobre la misma.
Por lo que respecta a la enseñanza especializada, a nivel universitario, las publicaciones resultan aún más escasas. Un ejemplo excepcional es Garcerán (2001).
Pero, como muy bien indica la página web de la Asociación de Gestoras y Gestores del Patrimonio Cultural:
Esta tensión entre la explotación de nuestro Patrimonio como recurso económico, por un lado, y nuestra responsabilidad moral hacia su preservación para el futuro, por otro, es sólo uno de entre una multitud de temas preocupantes y susceptibles de debate social que se podrían citar. Y ello lleva a la conclusión de que la confluencia de tantos y tan complejos aspectos sobre el hecho cultural de nuestro Patrimonio, lejos de todo criterio voluntarista o amateur, hace imprescindible una gestión profesionalizada del mismo
Son palabras que, lógicamente, se pueden aplicar a esta área concreta de la gestión que acabamos de explicar, la difusión. Sin duda, en el futuro, y no muy lejano, existirá la Gestión del Patrimonio Cultural como materia específica en las escuelas, institutos y universidades, se creará un nuevo perfil profesional y nuevos puestos de trabajo.
El texto de esta entrada es un fragmento del libro “Manual de gestión del Patrimonio Cultural”
Manual de gestión del Patrimonio Cultural – María Ángeles Querol
Mª Ángeles Querol es catedrática de Prehistoria en la Universidad Complutense de Madrid. Ha desempeñado algunos cargos como el de Subdirectora General de Arqueología en el Ministerio de Cultura o Presidenta de la Comisión Andaluza de Arqueología. Su investigación se desarrolla en torno a tres temas: los orígenes humanos –con obras como “Adán y Darwin”-, la arqueología feminista –con “La mujer en el Origen del Hombre”, junto a Consuelo Triviño- y la Gestión del Patrimonio Arqueológico –con el libro del mismo título escrito con Belén Martínez Díaz-.
Desde hace más de 10 años se ocupa de la docencia de la asignatura Gestión del Patrimonio Cultural para la licenciatura o grado de Historia. Este libro, claramente dedicado a su alumnado, profundiza en esa experiencia.
Manual de gestión del Patrimonio Cultural – María Ángeles Querol