No cierres los ojos Akal

CÓMO LEER SÍMBOLOS

Aunque cada vez son más considerados por su valor artístico, los escudos llevados por los guerreros (moran) de la etnia masái, de África oriental, tienen un propósito defensivo y transmiten mucha información sobre su portador gracias a los símbolos que los decoran. Al alcanzar la edad apropiada, los niños masáis son circuncidados como paso previo a demostrarse merecedores de la iniciación como moran o guerreros.

Los símbolos (sirata) pintados sobre los escudos ovales de piel de búfalo proclaman su condición como moran, identificando tanto su grupo etario y su clan como (llegado el caso) sus logros de valor individual. Los colores básicos empleados son el negro, el blanco y el gris, reservándose el rojo para quienes se han probado como guerreros.

En la composición del escudo destaca el dibujo del sirata segira que recorre el centro del mismo y lo divide verticalmente en dos mitades iguales. Aunque los patrones y colores que configuran el sirata segira varían, se basan tradicionalmente en la concha de cauri, símbolo de poder y de buena fortuna. En esta división, el lado izquierdo queda reservado para que el mismo clan exhiba idénticos diseños de forma elíptica. Simboliza, por tanto, su pertenencia a un grupo homogéneo de moran (vinculados tanto por sus lazos de sangre como por su experiencia compartida).

No obstante, los símbolos que decoran el lado derecho transmiten información del moran individual que lo posee. Éstos pueden significar, por ejemplo, pertenencia a un grupo familiar particular, o pueden registrar su actuación en cierta hazaña admirable. Por último, el destacado parche rojo -o motivo floral llamado sirata el langarbwali– puede compararse a una medalla ganada por un soldado en el fragor de la batalla, ya que denota extraordinario valor en combate. Un moran sólo puede pintar este símbolo en el escudo con el consentimiento de un jefe.

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