
Citas de Stalin. Portada libro
Por eso, la imposición del «realismo socialista» fue sinceramente aclamada por la gran mayoría de la población: significaba que «el régimen abandonaba por completo su compromiso con la idea revolucionaria de establecer una forma de cultura “proletaria” o “soviética” que pudiera distinguirse de la cultura del pasado [...]. Escritores contemporáneos como Ajmátova no pudieron encontrar editor, pero las obras completas de Pushkin y Turguéniev, Chéjov y Tolstói (aunque no Dostoievski) se publicaron por millones, al presentarse a un nuevo público» Este retorno a la cultura clásica alcanzó su punto culminante en 1937, en el centenario de la muerte de Pushkin, cuando