A veces dos acontecimientos que parecen no estar relacionados coinciden en el tiempo, pero, si rascamos un poco, podemos comprobar que sí existe esa relación.
Hoy, 29 de noviembre, desde 1977, las Naciones Unidas conmemoran el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino.
Se eligió este día porque fue el mismo que, en 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 181, posteriormente conocida como la «resolución de la partición», en la cual se estipulaba la creación de un «Estado judío» y un «Estado árabe» en Palestina, con Jerusalén sometido a un régimen internacional especial. Han pasado 77 años desde entonces y de los dos Estados previstos en dicha resolución, hasta el momento solo se ha creado uno: Israel.
El otro acontecimiento se produjo el 26 de noviembre. Ese día, el historiador italiano Enzo Traverso fue nombrado doctor honoris causa por la UAB en reconocimiento de sus contribuciones fundamentales a la historiografía contemporánea y por su compromiso cívico e intelectual con la verdad, la justicia y los derechos humanos.
El nexo de unión es que Traverso acaba de publicar el libro “Gaza ante la historia”, donde, entre otras cosas, muestra cómo la guerra de Gaza ha vuelto a presentar una realidad geopolítica que genera un cisma entre Occidente y el llamado Sur Global (lo contábamos aquí: Gaza, la historia y el mundo al revés).
En esta obra, Traverso repasa elementos fundamentales del conflicto palestino. Muestra el carácter colonialista y racista del Estado de Israel y el sionismo, explica la rentabilidad del victimismo por el Holocausto y la explotación del discurso sobre el antisemitismo, analiza la violencia de las resistencias armadas, la palestina y tantas otras en la historia, y establece un terrible y elocuente paralelismo entre quienes justificaron al principio la violencia nazi, como defensa ante el comunismo y ahora la violencia israelí, como defensa ante el terrorismo árabe.
Enzo Traverso hizo su doctorado en Francia, donde fue profesor en la Universidad de Picardia por muchos años. Desde 2013, es Profesor in the Humanities en la Universidad Cornell de Ithaca, Nueva York. Autor de referencia internacional, ocupa hoy día el lugar de preminencia historiográfica que en su día ocupó E. P. Thompson o Eric Hobsbawm.
Es especialista en la historia intelectual, cultural y política del siglo XX y ha estudiado cuestiones particularmente relevantes para entender la Europa del siglo pasado y, por tanto, también la Europa actual. Sus trabajos se han convertido en referencias indispensables en el campo de la historia contemporánea.
En el acto de investidura, Enzo Traverso pronunció una lección magistral sobre la labor académica y cívica de la figura del historiador y reivindicó la visión de la historia de Walter Benjamin (de él escribimos en este blog: “15 de julio, hace 132 años, nace Walter Benjamin, una vida que se trunca a la entrada al llegar a España”), como «un proceso abierto en el que uno pasado inacabado puede reactivarse, rompiendo el continuum de una historia cronológica e irrumpiendo en el presente».
Traverso, titular de la cátedra Susan&Barton Winokur de Humanidades en la Cornell University, disertó sobre «las identidades del historiador» en una intervención en la que ha rendió homenaje a sus maestros, desde sus «influencias formativas», entre las que, ha destacado los nombres de Isaac Deutscher, Perry Anderson y Michael Löwy, hasta los referentes de la «tradición» de la que se reivindica, como Lucien Goldmann o Georges Haupt.
El nuevo doctor honoris causa de la Autónoma recordó en su disertación que ha escrito “Gaza ante la historia” para «aportar una aclaración contra el abuso de la memoria y la manipulación de la historia que hemos presenciado este último año para justificar una guerra que ha adquirido rasgos de genocidio».
En su intervención de cierre del acto de investidura, el rector de la UAB, Javier Lafuente, recordó que la mirada de Traverso al conflicto de Gaza es un buen ejemplo de su “contribución al debate social sobre cuestiones muchas veces polarizadas”.
En conclusión, que hoy puede ser un buen momento para homenajear a un pueblo y a un hombre. Al pueblo, por su lucha por su soberanía; y al hombre, por su lucha por dedicar su trabajo de historiador a investigar y difundir la verdad de las razones de ese pueblo.