Aunque nadie lo supiese en su momento, el estilo art decó fue un último hurra a la postura decorativa y grandilocuente en arquitectura. Este, que tomaba referencias del diseño clásico pero reduciéndolo a su forma más simple y actualizándolo con materiales y motivos modernos de diferentes culturas, fue una época jubilosa para el diseño. En Nueva York, la arquitectura neogótica permitió a los diseñadores dejar volar cualquier idea artística que tuvieran. Este estilo fue la reencarnación de la arquitectura religiosa europea de los s. XIII y XIV que inspiró a los hombres a construir catedrales colosales, con agujas que apuntaban alto hacia el cielo.
Aunque los dos estilos son muy distintos, cuentan con muchas similitudes, principalmente porque los arquitectos aludían a menudo al diseño gótico en sus creaciones art decó. El edificio Chanin y el edificio American Radiator son ambos art decó en esencia, pero emplean aspectos del gótico como recursos decorativos en combinación con técnicas y materiales de construcción más modernos. En la actualidad, los ejemplos más obvios de arquitectura art decó y gótica clásica son, respectivamente, el edificio Chrysler y la catedral de St. Patrick. Dirija su mirada a las cumbres de los rascacielos de Manhattan o a sus vestíbulos para hallar pistas de su herencia arquitectónica.
Catedral de St. Patrick
- Ubicación Quinta Avenida, entre las calles 50 y 51 este (Manhattan)
- Construcción 1878
- Arquitecto James Renwick Jr. y William Rodríguez
La catedral de St. Patrick, un derroche de esplendor gótico entre los rascacielos de acero y cristal de Manhattan, es uno de los edificios históricos más magníficos de Nueva York. La construcción del edificio comenzó en 1858 pero progresó de forma vacilante durante la guerra de secesión estadounidense. La estructura principal de la catedral se terminó en 1878, aunque las torres y la fachada oeste no se añadieron hasta una década más tarde. El diseño con dos torres de Renwick y Rodrigue es un rasgo clásico de las iglesias góticas. Los 100 metros de altura de dichas torres están adornados con multitud de arcos y hornacinas que crean una decoración intrincada y suntuosa.
Fachada principal
La fachada principal de St. Patrick es un ejemplo perfecto de la arquitectura neogótica de infuencia francesa. Un enorme rosetón preside tres puertas bajo arcos ojivales. Sobre él, las altísimas agujas gemelas dan cobijo a muchas otras secundarias y pequeños arcos góticos en un diseño muy fastuoso.
Puertas principales
Las magnífcas puertas de bronce de la fachada oeste y la entrada principal a la catedral presentan estatuas que rinden tributo a los antepasados católicos que inmigraron a Nueva York como san Isaac Jogues, el primer cura de la ciudad; santa Francesca Xavier Cabrini; y santa Elizabeth Ann Seton, hija de Nueva York.
Rosetón y gablete
El rosetón es un elemento a menudo visible en diseños de catedrales históricas más modernas. Aquí, sin embargo, el diseñado y construido por Charles Connick queda integrado en el vértice ojival de un arco gótico. Sobre él, el agudo gablete está decorado con tracería de tipo similar al del propio rosetón.
Interior
El alto techo es una bóveda de complicado diseño con nervios de piedra. Las columnas de inspiración gótica son una serie de pequeños fustes agrupados, no las enormes columnas macizas y aisladas de los estilos clásico y románico. Arcos ojivales en hilera forman la nave central.
Edificio Chrysler
- Ubicación 405 Lexington Avenue (Manhattan)
- Construcción 1930
- Arquitecto William Van Alen
No hay rascacielos que ejemplifique mejor el movimiento art decó que el edificio Chrysler. Desde los diseños geométricos de la entrada a pie de calle y el extravagante vestíbulo en mármol y ónice hasta la misma punta de la aguja de cromo, níquel y acero, el edificio es un monumento al romanticismo del estilo art decó y a la Edad de Oro automovilizada. Como su nombre indica, la torre era propiedad de la compañía de automóviles Chrysler. Su diseño cuenta con múltiples referencias a ese hecho, incluyendo gárgolas con la forma de su ornamento de capó y la aguja de metal, elemento sobre el cual tuvo que insistir el cliente en contra de los deseos del arquitecto William Van Alen.
En la construcción del edificio se usaron casi 30.000 toneladas de acero y 3,9 millones de ladrillos, y costó unos espectaculares 20 millones de dólares. Con casi 320 m de altura, fue el más alto del mundo a su finalización en 1930, pero su reinado duró sólo 11 meses. El Empire State se levantó sobre Midtown para igualar y luego sobrepasar el edificio Chrysler por apenas 60 cm. Cuando su mástil se erigió, el primero aumentó su altura en otros 61 m, y su antena de TV añadió 62 m más. Pero aunque el Empire State sea más alto, el Chrysler es el más elegante de los dos. El rascacielos más glamuroso de Nueva York fue declarado edificio histórico nacional en 1976.
En detalle
La «carrera por el cielo» fue una parte integral de la vida en la Nueva York de la década de 1930 a medida que los rascacielos de la ciudad se elevaban más y más. El edificio del Banco de Manhattan fue el primero en alcanzar los 282,5 m, 60 cm más alto de lo que se planeaba que fuera el Chrysler. Van Alen desplegó entonces su golpe maestro. La aguja del edificio, o vértice, como la denominó el arquitecto, se erigió dentro de la torre y elevó a través de una abertura en la cubierta, lo cual sorprendió a todo el mundo y llevó la altura del edificio a casi 320 m de altura. Pero aunque la atención estuviese centrada en su cúspide, la función del edificio era albergar una empresa de automóviles, cosa que hizo con estilo. El salón del sótano parecía más dirigido al baile que a la exposición y venta de automóviles, y el diseño art decó produjo un lujoso vestíbulo con paredes de ónice y un techo que exhibía una imagen del propio edificio. Más glamuroso resultaba aún el Cloud Club, un espacio que ocupaba dos plantas en el piso 66, arriba en la aguja de la torre. Allí, los clientes del club de fumadores y restaurante tenían vistas de la ciudad además de chiribitiles donde esconder alcohol en tiempos de la Prohibición.
Entrada
La entrada a pie de calle es una explosiva salva inaugural de arquitectura art decó. Unos poderosos pliegues de granito negro enmarcan un diseño geométrico de cromo, níquel y vidrio que exhibe motivos art decó clásicos, como un dibujo en zigzag y frontones en forma de punta de fecha encima de las puertas.
Gárgola de cabeza de águila
Unas gigantescas gárgolas en forma de cabeza de águila coronan la parte final de ladrillo de la torre antes de que comience la aguja. Ocho en total, estos espectaculares ornamentos en cromo son una referencia al amor del arquitecto por el gótico, a la vez que son inconfundiblemente art decó en su diseño.
Gárgola alada
Modeladas según el adorno de los capós de los automóviles Chrysler, estas gárgolas aladas se posan en las esquinas del tercer retranqueo del rascacielos. Fuera de la vista hay estilizados motivos automovilísticos incorporados a la estructura empleando ladrillos de colores.
La aguja
La aguja, que presenta unas ventanas triangulares abiertas en las secciones semicirculares de cromo y níquel, es una glamurosa corona para lo que fue durante unos meses el edificio más alto del mundo. El Chrysler resulta único en el diseño tanto por su estilo como por su estatus de icono.
El texto y las imágenes de esta entrada son un fragmento de: “Cómo leer Nueva York. Una guía de la arquitectura de la Gran Manzana”
Cómo leer Nueva York. Una guía de la arquitectura de la Gran Manzana
Cómo leer Nueva York nos descubre y facilita la comprensión del rico lenguaje arquitectónico de una de las ciudades más grandiosas del mundo, desde sus famosos rascacielos a sus tesoros menos conocidos. Haciendo un recorrido por los avances técnicos clave y los movimientos estéticos que han influido en la arquitectura de la Gran Manzana, esta accesible guía:
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- Cómo leer Nueva York. Una guía de la arquitectura de la Gran Manzana – Will Jones
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